
El precio de haberte conocido, es vivir siempre en el peligro de perderte y ser adicta a tu manera de enredarme... y yo que creía que me sentaba bien la soledad, era mi refugio para no entregarme a tu maldad...
Despedazas mis sentidos cuando no sé donde estas y derramo celos que antes no tenía y hoy no puedo parar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario